EL MERCADO Y LA COMPATIBILIDAD CON LOS SOCIOS : DOS REQUISITOS PARA EL ÉXITO EMPRESARIAL
Por: Manuel A Botero B
Consultor empresarial
Agosto 2025
Respondiendo a la reflexión que cualquiera que quiera iniciar o manejar un negocio se hace sobre qué hacer para que éste sea exitoso, se puede afirmar que hay dos requisitos fundamentales :
La aceptación por el mercado potencial, del producto
Es requisito sin ecuanon, indispensable que lo que el negocio produzca o genere, lo necesite la gente y le guste.
Si lo que se produce y ofrece, por diferentes razones le parece muy bueno, bonito, barato, útil, etc, a los propietarios, pero no a la gente, al “mercado”, a quienes lo podrían comprar, el negocio no tiene futuro así la tecnología de fabricación sea la mejor y más avanzada, su personal el más capacitado, su financiación muy suficiente, su organización y sistema de planeación, dirección, ejecución y control establecidos siguiendo los cánones de la administración gerencial moderna.
Ahora, si bien que el producto o servicio le guste y le sea útil al mercado es absolutamente indispensable, no es suficiente para que se considere exitoso.
Para el éxito empresarial se necesita cumplir, además, con que el producto o servicio sea adquirido por un volumen tal de gente, que el valor obtenido al multiplicar el número de unidades vendidas por su precio de venta , es decir, el ingreso por ventas, sea suficiente para cubrir todos los costos variables y fijos, y además generar excedente o utilidad, y que ésta utilidad sea apropiada en relación a la cantidad de dinero que los propietarios del negocio han invertido, es decir, que haya rentabilidad.
Sobre esos conceptos, muy importante el de la competencia, profundizaremos en otras reflexiones.
La compatibilidad con los socios
Son pocos los negocios que pueden desarrollarse por parte de una persona sola, un solo inversionista. Quien tiene la idea de establecer un negocio, su gestor, o quien lo maneja, tiende generalmente a buscar socios.
Estos se buscan bien por una razón de tipo sicológico, es decir, por tener alguien con quien compartir las circunstancias del manejo del negocio, manejo que no es nada fácil, o por razones más materialistas, es decir, para obtener de él, aportes, especialmente dinero contante y sonante para hacer posible el montaje y éxito del negocio.
Una persona con dinero que puede aportar, capital, en vez de que le empresa en formación tenga que pedirlo prestado a un banco, un exfuncionario de una empresa, o un amigo o familiar con experiencia tal que le permita aportar conocimiento tecnológico o de clientes, o de mercadeo, es un socio potencial muy interesante para proyectar el negocio.
Debe tenerse en cuenta sin embargo, que tener un socio que aporte dinero o bienes o conocimiento valorizable en dinero, es decir, que invierta, significa, en cualquier tipo de sociedad, cederle poder de decisión por parte del líder de la idea, en la proporción que ese dinero resulte respecto del total del capital con que se establece el negocio, y esa cesión de poder significa en términos reales, que el gestor del negocio, ya no puede tomar las decisiones estratégicas solo. Debe tomarlas en consenso con el socio, o socios.
Y es en ese momento cuando si no hay compatibilidad entre los socios en cuanto a valores y creencias sobre temas tales como:
El desarrollo personal de los trabajadores, la relación trabajo – vida familiar de ellos, el ahorro, el riesgo, la honestidad en las relaciones con los clientes y proveedores, la formalidad y cumplimiento de los compromisos personales y empresariales, el ambiente de trabajo, la consideración de factores personales y familiares del trabajador o colaborador los sistemas de planeación y control del trabajo y la participación en la dirección y control la diversidad étnica , cultural, social, de género o geográfica. La equidad, el gobierno, el sector financiero , el contexto internacional y el comercio exterior
Se pueden presentar fricciones y desacuerdos de fondo, que impidan el desarrollo del negocio e inclusive lo lleven al fracaso por las características de las decisiones que se toman, o, como no es extraño y muy peligroso, no se toman.
Nunca se debe hacer una sociedad sin haberse asegurado antes de conformarla, sobre la compatibilidad con los socios potenciales en cuanto a valores y a creencias sobre la gente, la sociedad, las empresas, el gobierno y el contexto internacional
Debe haber claridad en que ser compatible, no es pensar igual ni tener la misma ideología política o religiosa. Es tener la capacidad de aceptar, pensando diferente, llegar a acuerdos satisfactorios y aceptar, sin torpedearla, la implementación de una decisión que gana en votación pero que no es la de uno o más socios…
Esas decisiones pueden referirse, por ejemplo, a:
La entrada a un nuevo mercado,
la apertura de una nueva línea de producto,
la adopción de una nueva tecnología
un cambio en la política de financiación,
un cambio en la estructura de organización
la vinculación de un nuevo socio
La proporción del capital que un socio posee en una empresa, es decir, de lo que se aportó para constituirla o se aportó después y aparece registrado en esa cuenta contable, representa el peso que tiene el voto de ese socio cuando se trata de votar por si se adopta una decisión
Puede ocurrir, por ejemplo, que un socio A posea el 40% del capital y otros dos socios B y C cada uno el 30%.
Si no hay unanimidad en los socios para decidir si se realiza o no un proyecto , se procede entonces a definir por votación.
Si el socio A que tiene la mayor proporción, el 40%, vota que si, pero los otros dos votan que no, los votos de B y C suman el 60%, que es mas que el 51% - es decir configuran mayoría - y por lo tanto no se aprueba el proyecto, aunque el socio que tenga la mayor % de capital ( el 40% en el ejemplo ) haya votado por la realización de este.
Es en ese momento cuando es vital la actitud y la reacción del socio “ derrotado” en cuanto a la aceptación efectiva de que su idea sea rechazada por los otros dos.
Entre mayor sea la compatibilidad de los socios en cuanto a valores y creencias sobre las empresas, el trabajo, la gente, el gobierno, la justicia, etc, mayor será la probabilidad de acuerdo y continuidad tranquila de la empresa.
Si el rechazo no es aceptado por el socio “ derrotado”, no le queda otra alternativa más que vender su participación en la empresa, a otro de los socios si ello es posible, o a un tercero, si ello es aceptable por los otros socios.
Si no es factible la venta, y el socio derrotado no quiere seguir, no hay más alternativa que liquidar la empresa, constituyendo un fracaso.
Ello es frecuente en empresas que por un criterio mal entendido de “igualdad” se constituyen por solo dos socios - cada uno con el 50% de participación – cuando se vota por un proyecto
Si un socio vota por la aceptación y el otro por el rechazo, hay empate y en términos reales no se implementa el proyecto propuesto y si quien quería que se implementara, no está de acuerdo en continuar siendo socio de la empresa, no le queda otra alternativa que la de que le venda su participación al otro socio, pero si este no quiere o no puede adquirirla, o no acepta socios nuevos, se llega entonces a la cruda realidad de que por ese desacuerdo y empate inmodificable, es necesario liquidar la empresa, lo que constituye un fracaso.
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